Viviendas jardín

En este conjunto residencial, las 11 amplias viviendas se superponen parcialmente unas sobre otras adaptándose al terreno, de tal forma que las superiores disfrutan de una terraza jardín sobre el forjado de las inferiores, que se abren hacia la parcela. De esta manera, todas las viviendas disfrutan de un amplio espacio exterior privado, así como de un jardín comunitario, y obtienen un aprovechamiento máximo en una superficie relativamente pequeña, con viviendas que se pueden considerar unifamiliares al tener cada una de ellas acceso independiente. Seis viviendas cuentan con un jardín en el terreno, y cinco, sobre los techos inmediatamente inferiores, con forjado independiente tratado, de tal manera que la superficie verde de la parcela se multiplica, ya que se producen vuelos de viviendas sobre los jardines inferiores. Las fachadas se alejan de la imagen convencional de edificio residencial. La continuidad del revestimiento de piedra caliza, que se remata de manera prácticamente imperceptible, se conjuga con el rasgado homogéneo continuo perimetral que forman los huecos de la ventana, un efecto que se ha conseguido con la alternancia de persianas enrollables de madera y elementos fijos en las partes ciegas, en identidad formal con las anteriores. La macla de los prismas puros de las diferentes viviendas, las profundas sombras producidas por los tres pasos creados en la base del edificio, y el ajardinamiento de las cubiertas superiores proporcionan al conjunto una compleja volumetría de gran riqueza espacial con imagen cristalográfica o de orografía artificial superpuesta en el terreno.
Equipo redactor Arquitectura y Desarrollo Urbano. Comunidad de Madrid Revisión y adaptación: Servicio Histórico, Fundación Arquitectura COAM