Vivienda unifamiliar para Andrés Segovia

La casa de Andrés Segovia construida por Fernando Higueras y Antonio Miró presenta vigas descolgadas de hormigón orientadas hacia el mar que sustentan grandes bandejas de terrazas que en su trazado quebrado potencian la accidentada topografía, abrigan las estancias vivideras y generan porches, vistas encauzadas o patios semicubiertos. En cubierta, grandes paños a dos aguas ocultan una planta de invitados y, con rítmicos avances y retrocesos, acusan una direccionalidad marcada por sucesivos hastiales paralelos que remiten permanentemente al mar Mediterráneo, referencia continua a un paisaje aún hoy privilegiado.

Esta vivienda es menos conocida que las más difundidas y prácticamente contemporáneas casas Lucio (1962), Santonja (1964), Rodríguez Ramaga (1965) o López Villaseñor (1966). En la casa Lucio de Torrelodones, la segregación del programa funcional en pabellones dispuestos en forma de L articulados mediante vestíbulos, porches y patios y cohesionados a través de un desarrollo continuo de terrazas, la aproxima al organicismo que en los años sesenta aspiraba sintetizar modernidad y tradición. La casa de Andrés Segovia incorpora idéntica claridad en el esquema funcional, priorizando los espacios interiores, las vistas y la sutil relación interior-exterior. Además, el empleo de la cubierta de teja y de otras referencias vernáculas enriquece el discurso de recuperación de la modernidad, obsesionado en la obtención de volúmenes limpios con cubiertas planas; Higueras demostró la vigencia de la incorporación de elementos como aleros, hastiales o cubiertas inclinadas, que entonces eran consideradas aportaciones historicistas intolerables para una vivienda contemporánea.

Ricardo Hernández Soriano