Sección de Biológicas de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Barcelona

El edificio se emplaza en el actual Campus Diagonal Sur, en la zona universitaria del Distrito de Les Corts. Limitado por la avenida, el Colegio Mayor San Raimundo de Peñafort y la Facultad de Farmacia, la actual Facultad de Biología se sitúa al norte de un solar de gran superficie, que forma el complejo de enseñanzas científicas de la Universidad de Barcelona. Esta posición respecto al conjunto minimiza la zona de sombra que podría generar el edificio en altura hacia los invernaderos y zonas de cultivo de los campos experimentales anexos. 

El edificio se desarrolla en altura, con planta baja y cinco plantas piso, y se caracteriza y diferencia de los de su entorno por sus formas, cilíndricas conectadas a volúmenes prismáticos, y por el material de acabado, cerámico. Las formas cilíndricas albergan en su interior aulas escalonadas a modo de anfiteatros de cuarto de círculo, mientras que los volúmenes prismáticos contienen los distintos departamentos. El acceso principal al edificio, desde la avenida Diagonal, se encuentra en la esquina noreste, mientras que el acceso desde el campus, con conexión al resto de edificaciones colindantes, tiene lugar en la fachada suroeste.

En el interior del edificio, el programa se distribuye alrededor de un patio central cubierto, a modo de ágora y de elemento de iluminación cenital de gran superficie, que sirve, a su vez, de espacio de relación de los diferentes niveles y dependencias. De esta forma, las distintas aulas y departamentos se relacionan con el patio central mediante galerías que permiten, además, salvar los desniveles entre dependencias, cada una a cota superior que la anterior. 

Por lo que se refiere a su resolución constructiva, la mayor parte de los diversos elementos que componen la estructura y los cerramientos verticales del edificio se muestran aparentes, sin revestimiento, siendo posible visualizar la práctica totalidad de pilares metálicos y cerchas estructurales, del mismo material, que soportan los forjados de las aulas circulares, así como las fachadas y cerramientos verticales interiores, a base de ladrillo cerámico de color rojizo. Las franjas horizontales provistas, cuando es conveniente, con lamas verticales para el control de la iluminación exterior, y el gran lucernario de cubrición e iluminación del patio central, dotan al edificio de una peculiar atmósfera de interioridad y ensimismamiento.

Marta Serrano Ruiz