Viviendas y oficinas de CAMPSA

El autor, que colaborará en diversas ocasiones con José Ribas Eulate, director del Grupo Centro del GATEPAC, se mantiene fiel a los postulados del Movimiento Moderno en esta obra de volúmenes puros. El edificio muestra un exquisito cuidado en todos sus detalles: desde la sutil disposición de la marquesina sobre el acceso a las oficinas hasta la incorporación de las bajantes, o la acertada integración de las chimeneas. Los huecos de ventanas se recortan en los paramentos con una geometría estricta, siguiendo una modulación que atiende los diversos usos habitacionales.

El edificio se resuelve constructivamente mediante muros de carga que conforman las cajas de los volúmenes principales, introduciendo tres delgadísimos pilares de acero estratégicamente camuflados en el interior para permitir una libre distribución, y otros dos pilares exentos en la zona de oficina. El programa nace de una ampliación de la vivienda del vigilante, a la que posteriormente se anexionarán una vivienda para el contramaestre y un cuerpo para oficina en la planta baja, y la vivienda del jefe de la instalación industrial en la planta superior.

Es uno de los escasos y valiosísimos ejemplos racionalistas, fruto directo de los precursores de la arquitectura moderna española, que fueron exportados a Castilla y León.
José Antonio González Delgado y Luis Roberto Muñoz González