Sede de Hidroeléctrica del Cantábrico

El tipo planteado es el rascacielos, edificio vertical exento para sede de empresas. Sin embargo, las ordenanzas municipales limitaban la altura de la cornisa. Por esta razón, y por la permisividad para elevar pisos retirados de la alineación, Vaquero retranquea el edificio en altura y planta, alejando de la acera el volumen de mayor superficie y verticalidad. La planta baja se eleva 2 m sobre la calle, accediendo por una escalinata bajo el soportal. Dispone de zona de atención al público, sala de conferencias, escaleras y ascensores; 5 plantas de oficinas; 3 más retranqueadas y una última planta para bar-restaurante con terraza.

Como en todas sus obras, Vaquero busca la integración de las artes plásticas, con aportaciones murales. La estructura es de hormigón armado, modulada con muro cortina de vidrio transparente en vanos y opaco negro en paños, entre perfiles de acero fijados a la estructura, aprovechados como recurso compositivo, pero también para ocultar las bajantes de pluviales. El edificio se integra al entorno, al controlar la escala y la fragmentación, y corresponde a la fase final de Vaquero, en que vuelve su mirada hacia las vanguardias tras su visita a los EE UU.
Juan Ignacio San Marcos Espinosa