Polideportivo Antonio Magariños

En los antiguos terrenos de juegos y deportes del Instituto Ramiro de Maeztu se construyó este polideportivo, que está considerado como uno de los mejores de Madrid. Tiene una doble vinculación, pues además de la función escolar del gimnasio y de la piscina cubierta, en el sótano, es la sede del equipo de baloncesto profesional Estudiantes, cuyo germen fue este centro educativo.

De gran claridad estructural y distributiva, se utilizan pórticos de hormigón, cerramiento de fábrica de ladrillo visto y cerchas metálicas con lucernarios en la cubierta; el ingreso está en la confluencia de las dos calles, en un cuerpo que se añade al núcleo principal y vuela en el acceso, que da paso al gran espacio diáfano central de la cancha, las gradas enfrentadas en la dimensión mayor y palcos en las menores y las escaleras en los cuatro esquinas.

La pureza de los volúmenes del cuerpo principal se resalta con los tersos paños de ladrillo, la continuidad de las impostas y cornisas, el trabajo de la rejería y las limpias cubiertas de baldosín catalán, y contrasta con la planta baja, de grandes sombras arrojadas y expresivos cantos de las vigas de hormigón visto. Alberto Sanz Hernando. Servicio Histórico, Fundación Arquitectura COAM