Edificio l’Olivera

Construido en fechas próximas al edificio Girasol de Madrid, esta es una de las primeras obras en las que Coderch aplica la tipología en planta retranqueada en forma de peine, que desarrollará en actuaciones posteriores de mayor escala en los conjuntos de viviendas para el Banco Urquijo y de las Cocheras de Sarrià en Barcelona.

El edificio se desarrolla en tres cuerpos de cuatro alturas y dos apartamentos por planta, orientados todos ellos hacia el sur y el mar. La ubicación, bastante alejada de la línea de costa, y la relativa densidad de la zona urbana dentro del área de uso turístico donde se halla permiten la adopción de criterios similares a los de los bloques en ordenaciones urbanas, tanto en la tipología edificatoria como en la de los apartamentos, con un programa de estar-comedor, terraza, tres dormitorios, cocina, baño completo y lavadero, idéntico al de la unidad residencial convencional. Destacan las amplias terrazas que abarcan toda la anchura de las zonas de estar así como la provisión del espacio exterior comunitario ajardinado y dotado de piscina, elementos propios del destino vacacional y de segunda residencia del conjunto.

El austero tratamiento de las fachadas, todas ellas de ladrillo visto con ventanas de igual dimensión, que incorporan cristal fijo en la zona del antepecho para aumentar la luminosidad de en los dormitorios, acentúa la potente volumetría del edificio y los cánones formales característicos del autor.

Cèsar Diaz Gómez, Ignasi Forcada Martorell