Resumen
Antonio Gómez Millán (1883-1956) desarrolló una variada labor arquitectónica en la primera mitad de nuestro siglo, constituyendo la mayoría de sus trabajos parte integrante de la ciudad de Sevilla. Sus edificios muestran una riqueza de matices que, partiendo de la influencia modernista, sin renunciar al historicismo y al eclecticismo predominantes en la época, muestran a la postre la búsqueda de un compromiso entre el carácter de una ciudad histórica y la modernidad. Además, es de destacar su aportación en la restauración de monumentos de interés histórico-artístico, singularizándose entre ellos el teatro romano de Mérida.
Al análisis de su trayectoria profesional y a la catalogación de su obra sigue un capitulo en el que se revisan los criterios dominantes en la interpretación de la arquitectura sevillana de su tiempo, aportando reflexiones conducentes a ampliar el contexto desde el que tradicionalmente aquella se ha venido realizando.
Tesis no disponible online