Josep Maria Sostres vivió su infancia en distintos lugares y domicilios en Cataluña, debido a la profesión de su padre, registrador de la propiedad. Inició la carrera de Ingeniería de Caminos en Madrid, pero por motivos de salud volvió a Barcelona, donde se había instalado definitivamente la familia. Allí comenzó sus estudios de ciencias exactas, para entrar en la Escuela de Arquitectura de Barcelona. Aficionado a la pintura, frecuentó estudios de pintores y participó en varios certámenes. Su enfermedad pulmonar y la guerra civil dilataron sus años de formación académica, pero, el retiro y convalecencia en la montaña entre Esterri d’Aneu y Tremp le permitieron un tiempo de reflexión, lectura, pintura y estudio de la arquitectura, reforzando su amplia cultura humanística.
Desde su titulación en 1946, se incorporó a la enseñanza en la escuela de arquitectura y abrió despacho en Barcelona. Fue también arquitecto municipal de Bellver de Cerdanya desde 1946 a 1957, realizando allí sus primeras obras. En 1949, ganó el primer premio en el Concurso de ideas para la solución del problema de la vivienda, con Josep Antoni Balcells, Francesc Mitjans, Antoni de Moragas, Antoni Perpiñà y RamonTort.
Gran parte de su labor profesional la desarrolló en la universidad, como docente desde su titulación y como catedrático interino de Historia de la Arquitectura e Historia comparada de las artes plásticas a partir de 1959, introduciendo la materia de jardinería y paisaje.
Para Sostres, cada proyecto era un ensayo, especialmente las casas unifamiliares, que supusieron la mayoría de sus encargos. Con especial atención a la inserción en el contexto, cruzaba elementos de la cultura local y elementos figurativos del lugar con la arquitectura moderna, en una extraordinaria fusión plástica. Le motivaron las posibilidades, técnicas, materiales y compositivas; exploraba con la fragmentación de los volúmenes y la complejidad geométrica destacando la importancia del futurismo y la incorporación del movimiento en la arquitectura. Tras una fase empírica, a partir de la década de 1950 exploró arquitecturas más abstractas y conceptuales ligadas al Mediterráneo, e inspiradas por maestros como Gaudí y Wright, Le Corbusier, Mies y Aalto, así como por la siguiente generación de arquitectos del movimiento moderno.
En sus primeras obras en la montaña, que se encuadran en su fase emírica, congenia los elementos de la arquitectura del lugar con influencias de la arquitectura nórdica, reformulando elementos locales como la pendiente a dos aguas, la madera y la piedra.
En la casa Mª Teresa Campañá, recurre a una cubierta inclinada y un juego de volúmenes en el que los dos planos de la cubierta se parten –albergando distintas partes del programa– y se deslizan formando entre ellos una articulación donde se encuentra la entrada.
En la casa Xampeny, sobre un programa compacto, introduce un Juego geométrico girando la planta bajo una cubierta inclinada que unifica el conjunto de fachadas libres y complejas bajo su paraguas.
El Hotel María Victoria es un edificio despojado en el exterior, donde incorpora el movimiento a través del juego de ventanas en la fachada principal y de pliegues en la lateral. En el frente, y tras un porche, la planta baja, acompaña la acera con un juego de quiebros con un forrado de madera que continua en el interior.
Son característicos de su fase conceptual el movimiento de los diferentes cuerpos que configuran las casas y los estiramientos de sus distintos componentes volumétricos.
En la casa Iranzo, se producen estiramientos y retranqueos de los volúmenes que destacan la división del programa en cuerpos, en una casa que se alza sobre la zona de servicio y garaje, y resalta el cuerpo emergente de la sala que se enfoca en la dirección de las mejores vistas.
La casa Moratiel se presenta como un volumen bipartito de dos colores, hermético hacia la calle y transparente hacia el jardín, mediante el patio acristalado y el porche de la sala. La cubierta, con acceso desde el porche, se convierte en una gran terraza con dos pequeños volúmenes contrapuestos: uno cúbico de vidrio y el otro cilíndrico macizo.
En los apartamentos en Torredembarra, el ritmo volumétrico, con escalonamiento, y los efectos de claro oscuro proporcionan la imagen de un conjunto de cuatro dúplex concatenados mediante un ala de la planta superior que, en puente, genera un porche en la inferior. La aclimatación mediante ventilaciones cruzadas está meticulosamente estudiada.
En el Noticiero Universal, la repetición de huecos de igual tamaño, alineados sobre una superficie tersa, provocan el ritmo de la fachada. En altura, la fuga se intensifica al disminuir progresivamente en cada planta la distancia vertical entre los vanos.
La casa Agustí se presenta como una escultura, un volumen abstracto unificado por el revestimiento blanco de la cal. Del volumen principal resalta el cuerpo de la escalera y el ala del estudio. Introduce textura con las líneas de sombra de cornisas, ménsulas, persianas, guías, etc.
Conocedor de los pioneros y maestros de la arquitectura moderna y de la actividad fuera de España a través de sus viajes y de las publicaciones y revistas en las que colaboró, ejerció su magisterio entre sus contemporáneos a través del Grupo de los Seis, con los que se reunía en el Ateneo, y del Grupo R para la renovación de la arquitectura, del que fue impulsor y fundador en 1951 junto con Moragas. Fue también miembro del consejo asesor de la revista Quaderns del COAC y director de la Catedra Gaudí.
Su labor crítica, de gran profundidad, aunaba el análisis y estudio de los movimientos artísticos, los proyectos de los maestros y las corrientes arquitectónicas, y se reflejaba en su práctica profesional. Cada una de sus obras supone un planteamiento y un ensayo de conceptos, tipologías y elementos de proyecto, y constituyen relevantes aportaciones a la arquitectura del movimiento moderno.
MALUQUER, E. RODRIGUEZ, C., TORRES, J. et alt., gR. Una revisió de la modernitat. 1951-1961 [catálogo de exposición], Institut d’Edicions, Diputació de Barcelona, Barcelona, 1997.
RODRÍGUEZ, Carme, TORRES, Jorge, Grup R, Gustavo Gili, Barcelona, 1994.
QUETGLAS, Josep, MURO, Carles, Josep M. Sostres. Cinc assaigs d’arquitectura, COAC, Demarcació de Girona/Demarcació de Tarragona, Barcelona, 1990.
LAHUERTA, Juan José, MURO, Carles, PIZZA, Antonio, QUETGLAS, Josep, José María Sostres. Ciudad Diagonal [catálogo de exposición], CRC- Galería de Arquitectura, Barcelona, 1986.
SOSTRES, Josep Maria, Opiniones sobre arquitectura, Colección de Arquilecturas núm. 10. COAAT Murcia, Murcia, 1983.
TARRAGÓ, Salvador, MARTÍ, Carles, “Josep Mª Sostres, Arquitecto” [número monográfico dedicado a Josep Maria Sostres], 2C Construcción de la ciudad 4, 1975.
DOMÈNECH, Lluis, “Josep Maria Sostres, más allá de cualquier convicción”, en Arquitecturas BIS 7, 1974, págs. 1-11.
Usamos cookies en nuestro sitio web para brindarle la experiencia más relevante recordando sus preferencias y visitas repetidas. Al hacer clic en "Aceptar todo", acepta el uso de TODAS las cookies. Sin embargo, puede visitar "Configuración de cookies" para proporcionar un consentimiento controlado. Política de Cookies
Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega por el sitio web. De estas, las cookies que se clasifican como necesarias se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las funcionalidades básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.