Residencial Las Carabelas

Los apartamentos destinados al veraneo de las familias de Valencia empezaron a levantarse donde ya existían núcleos rurales o de pescadores. Así empezó la densificación de la costa, a lo largo de la playa de Recati donde se construyo el Hotel Recati, obra de Gay, Gimenez Cosin y Martinez Peris (1959), lamentablemente desaparecido. Esta es una zona que se esta convirtiendo en un área de residencia permanente. Núcleos agrícolas, uso intensivo de huerta, discotecas y zonas de ocio, apartamentos de verano y bungalows (CURSIVA) forman un conjunto caótico des El Saler al faro de Cullera. Poniendo orden entre el caos, el conjunto Tres Carabelas se distancia de la mediocridad de su entorno y de los torpes formalismos de La Rampa (obra de Jimenez Laiglesia y Juan Rios, arqs; 1965) colindante.

Hay 132 apartamentos en tres bloques de siete y trece plantas. En cada uno de ellos, volúmenes verticales correspondientes a una vivienda por planta se maclan con el núcleo de comunicaciones como rotula. El retranqueo de unos prismas con otros logra que todas las viviendas tengan huecos en sus cuatro lados, lo que garantiza la luz y la ventilación cruzada de la brisa. El giro en la implantación respecto a los lindes permite abrir vistas al sur y al mar sin traslados de los edificios entre si. La piscina, las zonas de juego y otros servicios complementan la actuación. La estructura de hormigón y el cerramiento de ladrillo se sitúan en un plano marcando una retícula en la composición de la fachada sobre la que se excavan los vacíos de las terrazas. Problemas en la estructura obligaron a rehabilitarla hace unos anos. A pesar de todo, la claridad de la imagen y la preocupación puesta en su conservación convierte en ejemplar este conjunto. ( Extraído de la Publicación “Arquitectura del Sol” ISBN 84-86828-38-4 )

Propuesta a cargo de Jaime Prior y Llombart.