Edificio de viviendas (vía Augusta 128-132)

En un solar de grandes dimensiones, con frente a tres calles del barrio Sant Gervasi-Galvany, los arquitectos proponen alejarse de la aplicación estricta de las ordenanzas municipales vigentes para dotar al conjunto de una personalidad y características que lo hagan atractivo y propio del emplazamiento que, muy próximo a la calle Balmes y plaza Molina, alberga una importante actividad comercial. Así pues, se reduce la superficie edificada para fraccionar el solar en tres volúmenes independientes, conectados mediante un espacio semipúblico a cota de calle que permite, además del acceso a los distintos bloques, la implantación de numerosos locales comerciales. 

Estos volúmenes, de uso mayoritariamente residencial, comparten un mismo lenguaje y similares soluciones tipológicas y constructivas, formando un conjunto unitario, que preserva la identidad de las partes. 

Se opta por una distribución lineal de las viviendas, con pasillo en el eje central y estancias a los dos lados. Cuatro dormitorios, aseo, baño completo, cocina con lavadero y comedor forman las unidades residenciales, con conexión en fachada en uno de sus lados. 

La estructura de pilares y jácenas de hormigón armado, junto con los muros de ladrillo, combinan su expresividad con los paramentos de cerámica y madera, elementos meramente decorativos, tanto en la fachada como en el interior de los edificios: un trabajo exhaustivo de diseño de los espacios –vestíbulos y distribuidores comunitarios– presente en la totalidad de la obra de Antoni de Moragas.

Marta Serrano Ruiz