Casa de Ejercicios de las Religiosas Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús

Desde el respeto a lo que fue la Casa Madre de la Orden y a los lugares que habitó su fundadora Santa Rafaela María, el arquitecto interviene en los sectores edificados del conjunto que se destinaban a casa de ejercicios, esto es, una sucesión de espacios en L, que se fueron distribuyendo conforme a la necesidad y el tiempo, sin un plan global previo, por lo que su organización había acabado por resultar inadecuada para sus objetivos. Por tal motivo, se propone su reforma y ampliación, con la pretensión de introducir claridad, orden, funcionalidad y recogimiento, a la par que un aumento de la capacidad, lo que logra desde los supuestos de la modernidad y la vanguardia artística: austeridad constructiva, expresión plástica de los materiales sencillos y racionalidad.

Destaca en el conjunto la reforma total de la decoración de la capilla, donde la siempre ambicionada integración de las artes de Fernández del Amo consigue un magnífico resultado. Y es que en ella van a participar al unísono el escultor José Luis Sánchez, cuyo altar fue Medalla de Oro en la III Bienal de Arte Cristiano de Salzburgo de 1962, y el pintor José Luis Gómez Perales, quien diseña el mobiliario y las vidrieras, intervenciones que se recogen bajo un techo de bóvedas casi planas de madera, dispuestas perpendicularmente al eje de la nave y separadas por bandas de iluminación artificial.
Miguel Lasso de la Vega Zamora. Servicio Histórico, Fundación Arquitectura COAM