Luis Laorga Gutiérrez

Madrid, 1919-1990

Luis Laorga nació en Madrid en 1919. Su familia se dedicaba a la carpintería y la ebanistería, y su padre heredó la empresa familiar Muebles Laorga. En los talleres de la familia, de niño, Laorga se familiarizó con los procesos constructivos del mobiliario de madera y el trabajo manual con esmero por el detalle. Tras una enfermedad, su padre se verá incapacitado para seguir trabajando y Luís, con 14 años, deberá hacerse cargo del sustento de la familia que quedó en una situación muy precaria. Para poder atender a sus hermanos, su padre invalido y sus abuelos, durante los años de la Guerra Civil, Luis tuvo que buscar la forma de librarse de entrar en combate. Aunque lo consiguió, tuvo que pasar buena parte de la guerra en la clandestinidad.

Después de múltiples interrupciones durante los años de estudio de bachillerato y los cursos preparatorios para la universidad, consiguió estudiar arquitectura en la Escuela de Madrid, donde se graduó en 1946. A pesar de haber tenido que compaginar los estudios con otros trabajos, fue un estudiante brillante y fue reconocido con el Premio Extraordinario Fin de Carrera. Su promoción, la de 1946, fue realmente reducida con tan solo 18 graduados, algunos de ellos empezaron sus carreras profesionales con proyectos conjuntos. Ya durante sus años de estudiante había ganado concursos, como el del proyecto de un nuevo crucero para la Catedral de Valladolid, con su compañero Manuel Martínez Chumillas. El mismo año de su graduación, juntos ganaron un concurso público para la construcción de un hospital en Madrid.

Ese mismo año y con otro colega de promoción, Francisco Javier Sáenz de Oíza, se presentaron y ganaron el concurso para la ordenación de los entornos del acueducto de Segovia y la creación de una nueva plaza, un proyecto por el que fueron merecedores del Premio Nacional de Arquitectura. Aunque no llegaron a asociarse formalmente, Laorga y Oíza tuvieron una intensa colaboración en el inicio de sus carreras profesionales. Juntos hicieron el proyecto para la estación de autobuses de Segovia (no construido) y ganaron los concursos para la Basílica Hispanoamericana de la Merced en Madrid (1949) y el Santuario de Aránzazu en Oñati (1950). Ambas obras llegaron a edificarse, pero tuvieron un camino plagado de dificultades que terminó por agotar la relación profesional de Oíza y Laorga que, sin llegar a enemistarse, seguirán sus carreras por separado.

Luís Laorga tuvo, durante la década de 1950, una intensa actividad en la cual los proyectos de vivienda, junto con pequeñas reformas de locales comerciales, tendrán un papel destacado. Una de sus primeras obras construidas en solitario, la iglesia de Nuestra Señora del Rosario en el Batán, fue demolida en la década de 1980. Su conciencia social y sus convicciones cristianas le llevan a fundar, junto con otros arquitectos ─en especial con Gaspar Blein Zaragoza─, la cooperativa llamada Constructora Benéfica Belén, con la finalidad de paliar la situación de extrema precariedad que se vivía en los barrios de chabolas de la periferia de Madrid. Proyectarán barrios de viviendas ultra baratas destinadas a la autoconstrucción en solares cedidos por el ayuntamiento. Destacan las 283 viviendas construidas en San Blas y las 115 en la Colonia Moscardó de Usera. La cooperativa no se disolvió hasta 1989. A lo largo de su vida, Laorga estuvo involucrado en otros muchos proyectos sociales. Por ejemplo, son poco conocidos sus proyectos destinados a la cooperación a través de misiones religiosas en Ruanda y Burundi, o que contribuyese a construir con sus propias manos edificaciones en barrios como el Pozo del Tío Raimundo.

La vivienda dominó las primeras décadas de su actividad profesional: a las ya mencionadas habrá que añadirle su colaboración en el Poblado Dirigido de Caño Rato y las 866 viviendas unifamiliares que construirá en Alcobendas (junto con E. J. Kump y José López Zanón) para las fuerzas aéreas del Ejército de los EE UU. Este proyecto también marcaría el inicio de la relación profesional con José López Zanón, con el que firmaría la mayoría de sus proyectos a partir de ese momento.

Ya en la década de 1960, a los proyectos de vivienda se le sumaron numerosos proyectos escolares y de colegios mayores y otros tantos templos católicos, pero fue el concurso para construir la Universidad Laboral de la Coruña, que presentó López Zanón, el que supuso un salto de escala en sus proyectos. La Laboral de la Coruña fue el primero de un buen número de proyectos para facultades y campus universitarios entre los que destacan cuatro escuelas de náutica ─Cádiz, Alicante, Portugalete y Vigo─, la Escuela de Ingenieros de Madrid o las Universidades Laborales de Huesca y Cáceres.

A finales de su carrera, ya en la década de 1970, abandonará los proyectos de gran escala para volverse a centrar en pequeñas realizaciones de vivienda hasta que un problema de salud ─análogo al que sufrió su padre─ le impedirá seguir con su labor profesional en 1981, con tan solo 62 años. Hasta su muerte en 1989, vivirá apartado de la vida pública en Madrid.

Bibliografía

  • UTIEL GONZÁLEZ, JUAN, “Luis Laorga”, en Espacios para la Enseñanza 4, Ediciones Asimètricas, Madrid, 2016.
  • POZO MUNICIO, José Manuel, coord., Los Brillantes 50, 35 proyectos [catálogo de la exposición homónima], Ministerio de Fomento, Universidad de Navarra, Madrid, 2004.
  • CAPITEL, Antón, “Los concursos de la Basílica de la Merced y la Catedral de Madrid”, en AA VV, Madrid no construido, COAM, Madrid, 1986.
  • LAMPREAVE, Ricardo, Escuela Oficial de Náutica y Formación Náutico-Pesquera de Cádiz, Outer Ediciones, Madrid, 2010.

Edifícios de Luis Laorga Gutiérrez

14 edifícios

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