Colegio Mayor Teológico Hispano-Americano de Santiago. Colegio Mayor Vasco de Quiroga

Este colegio mayor se compone de cinco edificios —siete en proyecto— dispuestos orgánicamente en una parcela ajardinada de fuerte pendiente y orientación sur; para su libre ordenación han primado las vistas a la Ciudad Universitaria y el soleamiento, con las construcciones más altas a mayor cota y las menores a sus pies.

El programa constaba de residencias de alumnos y de sacerdotes, capilla, servicios, clases, aula magna y biblioteca. Las primeras, de siete niveles con su característica planta dentada para conseguir las mejores vistas, se agruparon en la parte superior, y en la inferior se crearon dos ámbitos: una plaza ajardinada a modo de claustro, con la residencia sacerdotal, capilla y un edificio de servicios, todos de escasa altura, y otro espacio, nunca terminado, con la capilla —la única realizada—, las aulas, biblioteca y aula magna trapezoidal.

Los edificios, construidos con estructura de hormigón, cerramientos de fábrica de ladrillo visto y cubierta plana, constituyen unos sencillos cuerpos prismáticos con plantas bajas diáfanas en las residencias y marquesinas y pérgolas en el resto para conectarse con los jardines.

A la capilla, construcción organicista de gran interés, se accede por un porche meridional y un pequeño recinto lateral, donde el muro de ladrillo se pliega y extiende ordenando el espacio carente de ornamentos. En una planta de rasgos aaltianos, Fernández del Amo introduce una nave amplia, convergente al altar y al posterior ábside curvo —separado sólo por una cercha metálica—, que está dirigido hacia una vidriera policroma lateral que ilumina el altar de manera escenográfica; la nave, en cambio, utiliza unas ventanas corridas en ambas fachadas para proporcionar una luz dirigida, heterogénea. Una hilera de pilares separa este espacio de otro de menor altura pero idéntica longitud rematado por un ábside, sobre el que se dispone el coro, y, adosadas, la sacristía y otras dependencias, que incluyen la espadaña. Un pliegue en el muro ciego exterior recoge la capilla del sagrario y los confesionarios.
Alberto Sanz Hernando. Servicio Histórico, Fundación Arquitectura COAM