Viviendas unifamiliares Prado Tornero

Se sitúan las viviendas sobre una parcela de proporción alargada y de forma sensiblemente rectangular, con acusada pendiente hacia el este; uno de cuyos lados mayores, con orientación sur, da frente a la el Lepanto, donde se efectúa el acceso individualizado a las distintas propiedades en que ha sido segregado el solar inicial.

Las lindes septentrional y meridional se producen con otras parcelas de Prado Tornero, y la correspondiente al lateral occidental, con una extensa zona verde de uso público.

La disposición de las viviendas en el interior del terreno se ha realizado por el proyectista transversalmente al eje mayor, este-oeste, del solar, y en forma oblicua respecto de la linde de la calle, quedando de esta forma retranqueadas la una respecto de la siguiente, lo cual, unido al escalonamiento en altura a que obliga la pendiente del suelo, produce un fraccionamiento volumétrico que suprime la posible monotonía del conjunto repetitivo de edificaciones de idénticas características compositivas.

Cada una de las viviendas consta de dos plantas que, entre ambas, suman cerca de 130 m2 construidos, de los cuales unos 96 m2 corresponden a la planta baja y los restantes a la alta.

En planta baja existen dos posibilidades de distribución cuya diferencia estriba en la existencia, o no, de un espacio cubierto para garaje. En ambas opciones, la entrada desde el jardín delantero se produce directamente, bien a la estancia principal, de dos niveles, junto a la zona dedicada a comedor, bien a la cocina, desde la que se accede al comedor y, por un corto pasillo, a un aseo y al dormitorio de servicio. Desde la zona de estar de la estancia principal, en la que existe una chimenea y se sitúa la escalera de subida a la planta superior, se pasa, frontalmente, al jardín posterior y, lateralmente, según la opción elegida, a otro reducido pasillo en cuyo tramo central se dispone un aseo y en sus extremos, con fachada respetivamente a cada uno de los dos jardines, sendos dormitorios dobles, o a un único dormitorio doble, desprovisto de aseo que asoma al jardín posterior, ocupando un garaje la superficie destinada en la anterior opción al dormitorio con luces al jardín de entrada. En la planta superior se sitúan tres dormitorios, uno doble y dos sencillos que asoman al jardín posterior mediante unas ventanas largas y estrechas entre los paños de cubierta, un cuarto de baño y un pequeño trastero.

El sistema constructivo empleado es muy simple; se basa en la utilización de una triple crujía con muros de carga de ladrillo, dispuestos perpendicularmente a las fachadas. Sobre los que descansan los forjados cuya luz máxima, en el tramo central, no supera los 4 m libres. Los muros de cerramiento de fachadas, piñones y cerramientos están realizados con ladrillo de color rojizo a cara vista. Las cubiertas, formadas por largos planos inclinados de no excesiva pendiente, se terminan utilizando la pizarra como material de cubrición. Las carpinterías son de madera para barnizar, protegidas mediante celosías de láminas horizontales, también de madera, que hacen la doble función de parasol y cierre de segundad de los huecos.

Equipo redactor Arquitectura de Madrid y Arquitectura y Desarrollo Urbano. Comunidad de Madrid. Revisión y adaptación: Servicio Histórico, Fundación Arquitectura COAM: Alberto Sanz Hernando. Colaboradoras: Margarita Suárez, Beatriz Gutiérrez, Miriam Martín, María José Mier y Silvia Mata