Escuela de Náutica

El edificio se sitúa en el borde oeste del casco urbano, junto al antiguo Campo de las Balas y el Baluarte de Santa Catalina. Se implanta en la parcela con una clara vocación de apertura al mar al que se enfrenta, empleando una disposición en U de los volúmenes que libera un espacio libre en la fachada. Debido a la forma inclinada de la fachada, se consigue la mayor visión posible del interior del patio y lo hace parecer más grande.

El acceso desde este patio se produce a través de un estrecho pasillo de entrada que nos conduce hacia los diferentes espacios, más amplios, del edificio. Para definir los volúmenes emplea un lenguaje racionalista que recurre al predominio del hueco horizontal y así potenciar la imagen náutica del edificio. Dicha imagen se apoya en gestos expresivos de la arquitectura, como la rotunda proa curva que configura la esquina de acceso desde el paseo de las Delicias o el ligero puente de mando de cubierta que flota sobre el edificio.

Los autores se marcaron como objetivo conseguir, a pesar de la heterogeneidad de las funciones, una composición final tranquila. Evidentemente, el carácter del conjunto edificado tenía que reflejar la fragmentación de volúmenes (el programa incluía residencias, aulas, zona de enseñanzas de navegación y talleres). Pero todo esto se distribuyó pensando en la luz de Cádiz, en un equilibrio cromático limpio que unía todo y evitaba que cualquier parte pudiera ser vista aisladamente, dejando de formar parte del conjunto.
Natividad Beltrán Rodríguez-Rubio y José Ignacio Gómez Gómez