Residencia Las Palmeras

El esquema neoplasticista utilizado por Manuel de la Peña ha sido reiterativo a lo largo de su ejercicio profesional. La respuesta formal en este caso es la de una arquitectura de elementos simples, donde la estructura portante y los huecos constituyen el material compositivo fundamental. Las fachadas son planas y se conforman a través del juego entre perforaciones y planos; el ritmo de aquellas es aportado por los parteluces y durmientes de las carpinterías, que se unifican a través de la expresión externa de la estructura porticada de vigas y pilares, que se subraya resaltada sobre el paramento externo. La presencia de los elementos sustentantes del edificio viene enfatizada al tiempo, por la forma en que se produce la perforación en cada uno de los huecos, disponiéndose con dimensiones de suelo a techo. De esta manera aparenta confirmar la flexibilidad compositiva del esquema que permite la elección estructural propia de la modernidad. Cada hueco se compone por una parte fija, diferenciada por su color y que actúa como antepecho, y otras practicables que configuran la carpintería propiamente dicha. Dispone de dos accesos, uno en la esquina, y el otro en una de las fachadas laterales. Para remediar la posible descompensación de ambos, se enfatiza el acceso lateral con la disposición de una importante marquesina en ménsula. La flexibilidad expresada en su exterior se repite en el interior y puede leerse en la organización de su planta, que responde a una actitud miesiana, con tabiques ubicados de acuerdo con una ley reticular.

Enrique Solana Suárez