Quiosco de música y bar

Fruto de la tradición del siglo XIX de disponer quioscos de música para el uso de las Bandas Municipales y disfrute de los ciudadanos en las plazas y parques de nuestras ciudades, José Luis de Uralde, arquitecto municipal de Haro, recibe el encargo de diseñar el nuevo Quiosco a ubicar en el Paseo y Jardines de la Florida. Ni el peso de la imagen tradicional de este tipo de construcciones, ni la proximidad de la Ermita barroca de Nuestra Señora de la Vega le impidieron plantear una obra que fuese expresión de las preocupaciones arquitectónicas de la época, especialmente en lo que se refiere a la sinceridad estructural como fórmula expresiva, verdadero y casi exclusivo leit motiv de esta obra. Sobre un cuerpo bajo de planta circular seccionada por su parte trasera, a modo de zócalo donde ubicar el bar y unas dependencias complementarias, se levanta un aéreo cuerpo superior que hace gala de su solución estructural, elemento imprescindible y suficiente para servir de protección a los músicos. Una lámina continua de hormigón que se apoya en unos nervios laterales sale de la parte posterior del cuerpo bajo formando el muro de fondo y la cubierta de esta pequeña arquitectura, elevando el borde de su techo adaptándose al esquema de fuerzas y utilizando la plasticidad del hormigón armado pintado como lenguaje arquitectónico. Aurora León y José Miguel León