Edificio de servicios de la Fábrica Piher

El edificio de servicios de la fábrica Piher estaba destinado a los vestidores y al comedor de los trabajadores. Consiste en un solo volumen independiente de color blanco, e incluía también zonas destinadas a la ubicación de la caldera de calefacción y el almacén de su combustible, así como portería y vivienda del portero, que se hallaba junto a la entrada exterior al recinto y que controlaba la totalidad de la fábrica. Se accedía a los vestuarios a través del comedor.

La ventilación e iluminación del edificio se hacía a través de pequeñas oberturas distribuidas de forma homogénea en las fachadas. Éstas permitían ver el exterior desde el interior, pero no a la inversa.

Los cerramientos consisten en una construcción mixta de hormigón y paredes de ladrillo, acabados con mortero de cal. Las cubiertas se realizan con bóveda a la catalana sostenida por viguetas y cubierta por asfalto y aluminio. La superficie aproximada es de 400 m2, organizada en cuatro pórticos dobles de 10 m de luz y una envolvente retranqueada con testeros en ángulo de 120º, geometría que coincidía con el resto de edificios del complejo industrial. En el extremo nordeste, se alza una estación transformadora instalada en una construcción de prisma hexagonal de ladrillo.

En 1964 se amplió esta construcción dado que se pasó de 150 trabajadores en 1959 a 750 en 1964. Se añadieron dos plantas más de comedor y vestuarios, que se comunicaban con el resto a través de una rampa exterior que también permitía el acceso a la planta baja. Los paramentos seguían la composición inicial de oberturas homogéneas como en el resto del edificio existente, para iluminar los nuevos espacios. Con la ampliación, la superficie construida alcanzó los 1.100 m2.

Además de los elementos descritos, completan el conjunto unas áreas libres exteriores destinadas a patio de carga, maniobra, aparcamiento, así como a recreo y esparcimiento o jardín.

Cristina Arribas