Colegio Público San Pío X

El colegio nacional San Pío X está incluido en un conjunto de edificios escolares, y situado en uno de los ejes urbanos más importantes de Majadahonda, que lo cruza de norte a sur. Por su proximidad al Ayuntamiento, se puede considerar su situación muy céntrica, en una zona de edificación abierta. Dentro del recinto, el colegio es el edificio más cercano a la carretera y, aunque paralelo a ella, se retranquea ligeramente respecto a la calle. Su estructura es muy clara, a base de seis módulos de anchura constante y con cubierta independiente en diente de sierra. Los módulos se disponen perpendicularmente a la calle; comienzan por ser de una altura y van creciendo a medida que se adosan, conformando sus testeros una línea de cornisa ascendente en el sentido de la pendiente de la calle. Tanto la silueta resultante como su adaptación a la topografía denotan un cierto matiz organicista en el proyecto. La zona de acceso está limitada por un pequeño cuerpo de servicios y la entrada se produce a través de un pórtico, por el frente del módulo más bajo. Sólo los tres primeros llegan al suelo mientras que los tres últimos se levantan sobre unos soportales que dan lugar a otro acceso por la parte más alta de la parcela. Dos de ellos son de una altura y el resto de dos. Los recorridos tienen lugar longitudinalmente, por el centro del edificio, dando servicio a las distintas aulas que queden en los testeros. El escalonamiento se va salvando por pequeños grupos de peldaños en el paso de un módulo a otro.

El colegio se integra con el resto del complejo escolar gracias a la utilización del ladrillo visto en la fachada; el aparejo es a soga, salvo en la zona de encuentro con la cubierta en la que hay una amplia superficie con aparejo a sardinel. La mayoría de los huecos en fachada son cuadrados y se organizan en bandas horizontales que ocupan casi por completo el ancho de cada módulo. En las aulas, estos huecos quedan a la altura de la vista y se complementan con otros en los extremos, situados en la línea de cubierta. Resaltan la iluminación central y las carpinterías, así como todos los elementos de estructura vista y de decoración, que son de acero pintados en color rojizo. Las bajantes, que ayudan a acentuar la independencia entre cada módulo, también están pintadas en el mismo color, así como la cubierta de tela asfáltica. Sin embargo, el aspecto exterior del edificio está fuertemente alterado por la reforma llevada a cabo en los lucernarios, que era lo que confería al colegio su imagen más característica. La estructura en diente de sierra, con dos frentes transparentes en cada módulo, cuenta en la actualidad con un elemento añadido en aluminio que recoge la luz de poniente a través de unas lunas. Además de transformar el perfil originario de la línea de coronación y de haber actuado en algún elemento de fachada, ha reducido en gran parte la dimensión central que caracterizaba a las aulas.

Equipo redactor Arquitectura de Madrid y Arquitectura y Desarrollo Urbano. Comunidad de Madrid. Revisión y adaptación: Servicio Histórico, Fundación Arquitectura COAM: Alberto Sanz Hernando. Colaboradoras: Margarita Suárez, Beatriz Gutiérrez, Miriam Martín, María José Mier y Silvia Mata