Colegio Público San Juan Bosco

El colegio, dentro de un parque urbano, se plantea con carácter horizontal, en un solo nivel, para favorecer la integración del colegio y evitar un impacto visual negativo.

La planta se organiza con una estructura de peine formada por cuatro brazos con cinco aulas cada uno que se van escalonando para adaptarse a la topografía; a su vez, se retranquean para formar unos pequeños patios que proporcionan una mayor privacidad y mejoran el soleamiento. Las aulas se comunican mediante unos pasillos dispuestos en la parte posterior que desembocan en un corredor perpendicular que distribuye, alrededor de un pequeño patio, las dependencias comunes y la administración.

Las cubiertas son escalonadas en diente de sierra, de tal forma que se ilumina cada aula cenitalmente y se organizan en los testeros unas curiosas ventanas romboidales que proporcionan a la fachada un gran dinamismo.

A pesar de la restauración de las cubiertas, el edificio conserva todavía la claridad y rotundidad espacial que su interesante geometría propicia. Heredero de experiencias nórdicas contemporáneas —especialmente Jacobsen—, este colegio muestra la introducción de nuevas tipologías en la escuela pública española.
Alberto Sanz Hernando. Servicio Histórico, Fundación Arquitectura COAM