Colegio Lluis Vives

Según declaraciones de Pere Garau a la revista DA, en este trabajo buscó, sobre todo, la funcionalidad del colegio y comenta que la generatriz de la composición radicó en el espacio vacío: el patio. Por lo tanto, las circulaciones abiertas con grandes voladizos de hormigón orientados al sur se nutren de este patio y posibilitan la iluminación y la ventilación cruzada de las aulas.

Si bien el colegio ocupó en sus inicios un cuarto de manzana, actualmente ocupa toda la manzana; del mismo modo el entorno se densificó, conformando el Colegio una de las manzanas de un barrio de clase media alta.

El mismo Pere Garau se encargó de una de las ampliaciones posteriores. Sobre las otras ampliaciones no hay datos de fechas ni autorías, salvo la realizada por los arquitectos Xisco Pizá y Toni Forteza, según fuente de la Guía de Arquitectura de Palma, editada por el COAIB.

Actualmente tanto el colegio como el entorno han cambiado muchísimo.
Gabriela Kacelnik