Barrio San Francisco de Sales

Este barrio periférico de 580 viviendas sociales fue construido al borde de la carretera nacional de Madrid a Alicante como un polígono autónomo, ya que el proyecto planteaba un cierto grado de equipamiento con mercado, escuela, iglesia y club social. La ordenación general, sobre un cuadrilátero, sitúa en L los bloques residenciales de cuatro o cinco alturas y los edificios singulares en un ángulo libre para dar servicio también a las áreas urbanas próximas.

La vía de acceso, con bajos comerciales y su correspondiente área de entrada resaltada, así como la presencia de dos bloques longitudinales de mayor altura, establecen una clara jerarquía en el conjunto al definir una especie de plaza pública, cuyo fondo de perspectiva se caracterizaba por el hito vertical de una dotación religiosa que, sin ver levantado finalmente su campanario, quedó alterada en sus previsiones visuales.

Articular elementos de enlace entre los edificios y proteger los recorridos peatonales mediante porches o pasarelas cubiertas parecen ser los rasgos distintivos de los trabajos de su autor que, en esta ocasión, ofrece una primicia de estos recursos cuando enlaza los testeros que dan a la vía de entrada y cuando desarrolla el porticado, tanto en el espacio que asume funciones de centro cívico como en los locales comerciales.

La distribución tipo de las viviendas, pasantes con cuatro dormitorios, tres de ellos agrupados y uno independiente, se reitera en todas las plantas, y únicamente varía la posición que ocupan las terrazas para componer unos atractivos alzados donde las sombras alternadas con su juego de ritmos diferentes alcanzan un gran protagonismo. En el bloque de mayor altura, las terrazas ocupan toda la fachada anterior formando una retícula, mientras en la posterior aparecen pequeños balcones de considerable vuelo, muy expresivos en su resalte sobre un muro en el que las lamas colaboran para trazar la imagen general.
Carmen Jordá