Resumen
El sector turístico ha sido capital para el desarrollo de las economías litorales españolas. Sin embargo, debido al impacto negativo que el desarrollo de esta actividad ha tenido en los ecosistemas litorales, al envejecimiento de las infraestructuras, y a la sobreexplotación de los recursos naturales, los destinos turísticos costeros maduros (DTCM) presentan una pérdida de competitividad creciente. Es así, que se hace ahora esencial desarrollar nuevas e innovadoras metodologías de análisis y gestión, que además de aportar un desarrollo conceptual puedan ser concretadas en técnicas y herramientas operativas. Estas herramientas deben formar parte de los planes de reforma urbana, y han de ser capaces de dar respuesta a los requerimientos para el desarrollo y la gestión del turismo en el territorio, ofreciendo nuevas vías de trabajo en las relaciones entre turismo, territorio y medio ambiente (KO, 2003). Del análisis de algunos de los procesos documentados en el litoral Mediterráneo, se deduce que, el éxito de los procesos de rejuvenecimiento en los destinos suele responder a la existencia, como instrumento de intervención política fundamental, de una visión compartida para el destino, que se traduzca en un modelo de acción territorial específico. Es decir, a la existencia de un modelo urbano específico, funcional y resolutivo de déficit. Atendiendo a esta constatación, los instrumentos de política territorial y de gestión urbana son claves para el rejuvenecimiento del destino (Trinitat & Clavé, 20 14). El carácter diferencial de la urbanización turística ha de ser incorporado a los instrumentos de política territorial y de gestión urbana, para dar respuesta a las problemáticas particulares de estos sistemas urbanos-turísticos. Estos instrumentos son fundamentales para la reformulación del destino, en tanto que espacio no solamente urbanizado sino capaces de naturaleza urbana (Trinitat & Clavé, 2014). La naturaleza urbana de los destinos se engloba conceptualmente dentro del discurso postmodernista, ya que son espacios eminentemente de consumo y no vinculados a grandes centros de producción, comercio o administración gubernamental (Mullins, 199 1). Por tal motivo, las urbanizaciones turísticas aún tienen pendiente encontrar sus propias herramientas de política urbana. El análisis de la trayectoria histórica del destino Maspalomas-Costa Canaria ha sido útil para entender su situación de éxito, consolidación y declive en el momento presente, y ha sido un factor clave para entender la complejidad del fenómeno, y dar pautas para la proyección, tanto en el presente como en el futuro, de estrategias de actuación y de transformación de su modelo turístico. Estas fases o épocas permiten distinguir un primer momento inicial, ligado a un turismo de carácter exclusivo, que es reemplazado por la denominada época moderna del turismo, que es cuando el modelo vacacional de sol y playa se erige como el paradigma que otorga una mayor identidad al destino. La superación, en un tercer momento, de esta época conlleva el surgimiento de unas nuevas dinámicas las cuales, a la vez que consolidan definitivamente el modelo entrañan su obsolescencia y la búsqueda de nuevas alternativas, tanto de regeneración territorial como de repercusión positiva en el sector económico del turismo.
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