Resumen
Esta tesis doctoral tiene como objetivo principal analizar la que es, quizá, la cuestión de más difícil comprensión en la trayectoria del escultor Jorge Oteiza: su abandono del arte en 1959, justo cuando su obra comienza a tener reconocimiento a nivel internacional. Partimos de la hipótesis de que este abandono responde a su personal concepción del arte, que además, da cuenta de la coherencia de su proyecto estético a lo largo de los treinta años (1929-1959) en los que se desarrolla su lenguaje plástico. Para ello, se analizan sus esculturas más importantes, poniendo el acento en los cambios morfológicos que hacen que su lenguaje plástico concluya con unas formas escultóricas «vacías». Este análisis se acompaña con el estudio de la importante producción escrita del escultor, donde es posible encontrar varias de las claves teóricas que justifican los cambios morfológicos de sus obras, además de que nos permiten hacernos cargo del profundo significado religioso que Oteiza otorga al arte. Esta característica de su concepción del arte y de la estética es la que lleva a Oteiza a dar por finalizada su labor como escultor.
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