Resumen
No existe una historia sin mujeres porque no existe una cultura sin mujeres; la historia de la arquitectura no es una excepción a esta norma. Esta investigación se centra en desvelar como los mecanismos historiográficos oficiales de la arquitectura omitieron las aportaciones de las arquitectas en las décadas del veinte, treinta y cuarenta del pasado siglo. Surge de la constatación de la falta de modelos femeninos en el imaginario del colectivo profesional y académico a nivel internacional. Situación que ha consolidado la creencia de que las arquitectas no formaron parte de la modernidad o de que sus contribuciones no han sido lo suficientemente destacables para ser publicadas; y, en los casos en que sí han sido consideradas, se asume que ocuparon un rol secundario, de inspiradoras, colaboradoras o protagonistas de «artes menores». Este escenario de ausencia de referentes femeninos es consecuencia principal de la identidad que la cultura arquitectónica ha construido para las mujeres en los relatos historiográficos de la arquitectura moderna. Se parte de la premisa de que existe una historia no contada y de que esta identidad relatada para las mujeres arquitectas está basada en narrativas de exclusión. Si bien no es objetivo de este trabajo desarrollar en profundidad los aportes de las arquitectas en la conformación de la modernidad, sí lo es demostrar como se ha producido tal ocultamiento mediante el análisis de dichas narrativas. Así, la relectura de los discursos de los libros de texto más influyentes de la cultura arquitectónica del siglo XX se plantea desde la reflexión de la diferencia sexual. Diferencia sexual no tratada desde los rasgos biológicos ni la teoría feminista de la diferencia, sino desde la perspectiva de género cuyo reparto ha dirigido los procesos sociales y culturales que derivan en la construcción y exaltación de unos determinados valores y modos de representación. Como abordaje se propone un marco teórico que desde la perspectiva feminista sitúe el contexto sociocultural y profesional de las mujeres arquitectas en la época moderna, así como los alcances y los orígenes de la discriminación. El poder, el lenguaje y los espacios asignados por género han sido, como en otras disciplinas, constructores de las diferencias y responsables de la conformación identitaria de la profesión. Los discursos individualistas y heroicos aún hoy permanecen vigentes en el imaginario colectivo académico y de masas como la única versión historiográfica. Se identifican los mecanismos tradicionalmente utilizados en la construcción de narrativas en general y se proponen herramientas para la deconstrucción del discurso hegemónico mediante la utilización del género como categoría analítica. Metodológicamente este trabajo reelabora y define criterios para hacer posible la revisión de algunos de los textos referentes en teoría e historia de la arquitectura moderna que marcaron el siglo XX. En dicha revisión bibliográfica se exploran las formas narrativas de discriminación sobre las aportaciones de arquitectas de la modernidad. Para ello se define una serie de categorías que se emplearán como herramientas de análisis: exclusión, invisibilización, seudoinclusión e inclusión. Una propuesta abierta cuya finalidad es señalar otras formas de leer y detectar prejuicios de cara a construir una historiografía inclusiva. El trabajo da cuenta de la sutil pero profunda desigualdad en el tratamiento hacia las mujeres arquitectas y diseñadoras, a la vez que demuestra de que manera las narrativas formales y lingüísticas se han constituido, organizado y consolidado en base a la supremacía masculina en la profesión.
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