Resumo
Durante el siglo XX, en el eje de investigación de la vivienda y su relación con la ciudad, adquieren protagonismo los modelos urbanos que afrontan la dimensión colectiva del proyecto residencial, a partir de las formas de asociación de viviendas y su rol en el tejido urbano. Estas formas habitacionales alcanzan su madurez a través del modelo de unidad vecinal, el que se caracteriza por una composición que supera la simple repetición de un tipo de bloque, enfocándose en los vínculos entre edificaciones habitacionales y las relaciones que determinan el espacio público. En el contexto del desarrollo de la arquitectura habitacional en Chile, esta tesis analiza los elementos de articulación colectiva presentes en las distintas escalas de asociación de la unidad vecinal Exequiel González Cortes (1960 y 1964). El modelo de unidad vecinal chileno es implementado por el Estado, a través de la Corporación de la Vivienda (CORVI), organismo dedicado a la producción habitacional. Através de su labor, la CORVI coordinó la participación de distintas instituciones de carácter privado, público, y semipúblicos para la construcción de grandes intervenciones urbanas destinadas a la vivienda social. Por otra parte, las obras de la CORVI utilizan los principios de la arquitectura moderna, para dar una solución concreta al problema de la ciudad y la vivienda en Chile. De este modo, la producción de esta institución se transforma en un espacio de experimentación para el desarrollo de nuevas formas residenciales, las que se adaptaron a los diferentes requerimientos de las ciudades chilenas. En este contexto, se destaca la composición formal de tres unidades vecinales representativas de la producción y gestión de la CORVI: Unidad Vecinal Providencia (1953-1958), Unidad Vecinal Portales (1954-1964) y Unidad Vecinal Exequiel González Cortés (1960-1964); éstas se presentan como una síntesis de los planteamientos arquitectónicos modernos que conciben de manera integral la relación entre vivienda y ciudad. En cuanto a las tres obras de la CORVI mencionadas, es importante profundizar el análisis en torno a la “Unidad Vecinal Exequiel González Cortés” (U.V.E.G.C.), dado el nivel de sistematización que alcanza en la resolución de las distintas escalas de articulación proyectual del conjunto. Esta sistematización es posible a partir del desarrollo de instancias intermedias de conexión, a través de una composición de relaciones nucleares y escalares entre sus partes, que procuran una estratificación entre los distintos niveles de agregación residencial. En este sentido, en la U.V.E.G.C. el espacio intermedio no sólo resuelve la transición entre los elementos públicos y privados del conjunto, sino que además, es el responsable de estructurar y articular formalmente el proyecto habitacional. Es así, como las distintas escalas de agrupación se ordenan y estructuran en torno al espacio colectivo, siendo éste la esencia de la organización formal del conjunto. Por otra parte, la composición de la unidad vecinal se concibe a partir de patrones de diseño que resuelven la capacidad aditiva de las diferentes escalas de asociación de los elementos residenciales, aportando variabilidad y unidad al conjunto. Finalmente, mediante el análisis de la Unidad Vecinal Exequiel González Cortés, se demuestra como la arquitectura moderna proyectó conjuntos habitacionales a partir de la aplicación de sistemas de composición abstracta. En consecuencia, son estos sistemas los que permiten articular las relaciones multiescalares del hábitat residencial, integrando la vivienda y la ciudad en un único proyecto arquitectónico, como expresión formal de la vida comunitaria
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