Arquitectura Racionalista en Huelva (1931-1945)

Autor: Curbelo Ranero, Tomás Vicente
Data: 2006
Diretor: Trillo de Leyva, Juan Luis y Trillo de Leyva, Manuel
Universidade: Universidad de Sevilla
Escola o Faculdade: ETSA de Sevilla
Departamento: Departamento de Proyectos arquitectónicos
Fonte: Repositorio de la Universidad de Sevilla/Fondos digitales

Resumo

Esta es una Tesis largamente elaborada, (casi treinta años de modo discontinuo), sobre un modo de concebir formas y expresiones arquitectónicas, que fue aceptado popular y socialmente en el inconsciente colectivo de una modesta ciudad de la periferia cultural de una España, conmocionada por graves tensiones humanas y sociales, en los que sin duda fueron los años más emocionantes, crueles, convulsos y determinantes del Siglo XX: 1931 a 1945. Años que sin duda aun nos marcan.

El lenguajes y los estilemas formales de un laxo “racionalismo”, fueron aceptados de modo aparentemente natural por todas las capas sociales y culturales de la modesta Huelva como el claro icono connotador de la “modernidad” que se anunciaba en el Siglo para el hombre nuevo: Heredero de la dinámica, prometedora y liberadora era de la Maquina y la Ciencia.

El “racionalismo” arquitectónico, o mejor dicho sus estilemas formales, fueron aceptados en el imaginario colectivo onubense como el símbolo  concreto de la higiene, la equilibrada economía de medios, la modernidad estética y formas y sobre todo, a mi juicio, como connotador de la eficacia liberadora de las maquinas y de los sorprendentes descubrimientos de la ciencia. Como D. Hilarión, toda España pensaba y canturreaba que: …hoy las ciencias adelantan, “que es una barbaridad”…

Maquinas hijas del progreso en Huelva abundaban y se representaban de modo evidente a ojos de sus ciudadanos por los múltiples y modernos vapores Ingleses, Alemanes y Franceses que atracaban en sus, a la vez que bellos, etéreos y seguros, eficaces y tecnológicos, muelles mineros de Riotinto, Tharsis, Norte….

Continuamente atravesaban el paisaje urbano y humano de una domestica Huelva poderosos y largos trenes que cargaban modernos, bellos y grandes vapores, realimentando así el milenario trasiego de metal y mineral entre la franja pirítica del Andévalo y la Ciudad-Puerto de Huelva. Dejando en su “vaivén del tren”, riqueza para unos pocos y para otros al menos la digna subsitencia que en el servil y profundo agro del entorno, Sierra o Campiña, atrasado y señorial, faltaba.

En un fácil juego de palabras podríamos decir que el “racionalismo”, o como aquí se le llamaba popularmente, “estilo barco”, navegó con éxito de aceptación social a partir de su primer ejemplo de inspiración náutica, el Cinema la Rábida de Luis Gutiérrez Soto, (1931).

Lo hizo pese a que aparentemente navegaba socialmente a contracorriente respecto a las formas y los modos tradicionales de la “colonial” “buena sociedad” de Huelva. Anglófila o germanófila, pero gustosamente proclive a expresar su estatus “de orden” mediante una arquitectura conservadora, áulica o privada. Arquitectura de turgencias, oropeles, casacas y repostería fina, tan bien representada en la ciudad en el cambio de Siglo por los Eclecticismos e Historicismos; herederos de la ya agonizante en Europa, por acrítica, epidérmica y meramente ornamental, tradición Beaux Arts.

Analizar y sistematizar la modesta corriente formas del “racionalismo” Onubense desde el punto de vista proyectual; homogenizar sus fuentes gráficas, copiando y levantando en su caso algunas lagunas documentales; fijar e intentar analizar desde el punto de vista de los conceptos arquitectónicos que alumbraron el Movimiento Moderno la profundidad conceptual y formal de la modesta obra realizada en Huelva y reflexionar sobre la existencia o no de vínculos o compromisos ideológicos entre el “racionalismo” y los modos progresistas de pensamiento, político de la localidad, han sido intenciones al acometer esta Tesis.

Como resultado de ella queda un catalogo, creo que completo, de aquellos edificios que en mayor o menor medida están tocados con los conceptos proyectuales, o al menos con los estilemas formales, acuñados en este dinámico y convulso tiempo del “racionalismo”.

Constatar y analizar, (no sin irónica sonrisa), la tozuda pervivencia a contra corriente de las formas arquitectónicas “racionalistas” en Huelva tras el 39, a través del fenómeno marginal del “racionalismo proletario”.

Reducto socio-económico y cultural primario y periférico en los que un fácil lenguaje desornamentado, entendido como higiénico, económico, natural y válido, se defiende de las imposiciones formales que emanan de las ideologías vencedoras de la Guerra Civil, que propugnaban para la sociedad y la Arquitectura de la “nueva España”, en vez de los discursos de modernidad e internacionalismo asociados a los republicano los de “ruralismo”, “tradición” e “imperio” para la que era: … “reserva espiritual del occidente”…

Consignas morales, ideológicas y formales adobadas eso sí, de cruenta represión ideológica y del hambre consecuente con una numantina “autarquía”.

Me ha interesado, no solo por mi amor a la Historia en toda su amplitud, sino porque la Arquitectura la concibo como una respuesta formal coherente a las contingencias del hombre en un tiempo y un espacio concretos, encuadrar la “Arquitectura del Racionalismo en Huelva. (1931-1945)”, en su entorno histórico, humano y social y en su paisaje físico y urbano.

Cruel tiempo este del “racionalismo” que en Huelva discurre, sobre si mismo milenario y luminoso solar entre sus estuarios de la Onuba de Tartessós. Desde la ilusionada llegada de la II República a la fratricida Guerra Civil y termina con la espúrea y cainita represión de los vencedores sobre los vencidos. Historias grandes y menudas que sufre una ciudadanía a la que la Arquitectura sirve.

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