Arquitectura hotelera en la Costa del Sol

Los orígenes del turismo de masas en la costa malagueña

El fenómeno del turismo en la Costa del Sol surge como alternativa a un proceso de industrialización pionero en España que, centrado en la siderurgia, daba muestras de agotamiento en las postrimerías del siglo XIX. Respaldados por las bondades de un clima suave durante todo el año, destacadas personalidades de la sociedad local pretendieron entonces convertir a Málaga en estación vacacional de invierno. Se trata de una actividad que, en un principio, tuvo un marcado carácter elitista y que, a partir de la década de 1950, se convirtió en masivo. La apertura al exterior del régimen de Franco y la consecuente inyección de capital extranjero lo hicieron factible.

La N-340 como eje vertebrador

La entidad encargada del desarrollo de la costa malagueña fue el Patronato de Turismo de la Costa del Sol, creado a tal efecto y cuyo ámbito de actuación abarcaba todo el territorio situado dentro de sus límites, no solamente los núcleos urbanos. Dada la configuración orográfica de zona, el suelo a desarrollar era una estrecha franja litoral encajada entre el mar y la sierra, por lo que la vertebración del espacio se realizó inevitablemente de manera lineal a lo largo de la antigua Carretera Nacional N-340. Esta vía iba así enhebrando las diferentes localidades situadas junto a la orilla y los nuevos complejos de ocio que, como islotes, fueron surgiendo en un espacio hasta entonces virgen y de una gran calidad paisajística.

Arquitectura del ocio en la Costa del Sol

Tras una fase incipiente en la que las promociones turísticas seguían el patrón de ciudad jardín, pronto comienza la implantación de complejos hoteleros proyectados por arquitectos de gran prestigio y de primera línea del panorama nacional. Desvinculados de otras referencias que no fuesen la orientación y las vistas, del sol y el mar, y guiados por los principios del movimiento moderno, proyectan edificaciones según un tipo bien definido que aportan relevantes innovaciones tecnológicas. La configuración arquitectónica del hotel se combina con un uso creativo de las artes decorativas que tiene un carácter artesanal, y que posteriormente se ha llamado “estilo del relax”.

Un legado amenazado

A pesar del valor de este importante legado patrimonial, algunas dolorosas pérdidas han evidenciado la necesidad de salvaguardar un patrimonio que ha sido juzgado injustamente, al habérsele asociado con ciertas malas prácticas urbanísticas; salvaguarda que hasta ahora ha sido insuficiente. Sin embargo, noticias recientes como la protección otorgada al edificio de Paseo marítimo 31 de Málaga resultan esperanzadoras en este sentido.

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