¿Cuáles son las características de la arquitectura moderna?

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Aunque el término arquitectura moderna tiene un carácter generalista y poco concreto, cuando hablamos de las características de la arquitectura moderna reconocemos unos rasgos que contrastan claramente con la producción arquitectónica de los períodos inmediatamente anteriores.

A principios del siglo XX, la convergencia de cambios de muy diversa índole y la aparición de nuevos movimientos artísticos, se trasladan a la producción arquitectónica. Las innovaciones que dan forma a estas arquitecturas son de naturaleza muy diversa, pero presentan cierta homogeneidad: innovaciones técnicas y constructivas, preferencia por determinados lenguajes y estéticas arquitectónicas, cambios en las prioridades e intereses entre los distintos aspectos que dan forma o influyen en el proyecto, preferencia por determinadas tipologías e investigaciones, etc.

  • Innovaciones técnicas y constructivas
Dibujo de la casa Dom-ino. Le Corbusier, Charles-Édouard Jeanneret. 1918. Fuente: Wikimedia Commons.

Sin duda, la más importante es la generalización del uso del acero y el hormigón armado. Fue, en primera instancia, la estructura metálica aplicada a la edificación la que permitió un cambio fundamental: el paso de la estructura de muros portantes a una estructura de pilares. Este cambio se generalizó con el uso masivo del hormigón armado, especialmente en Europa después de la Segunda Guerra Mundial. Además, el hormigón permite la creación de estructuras más esbeltas y resistentes, así como formas más audaces y experimentales.

El paso de la estructura de muros a la de pilares da una libertad casi total a la hora de organizar la planta y las fachadas. Las fachadas, libres de su condición portante, incorporan el vidrio sin someterse necesariamente a una composición de huecos o ventanas.  La aparición del vidrio laminar y su desarrollo en el muro cortina permite realizar fachadas completamente transparentes.

  • Lenguaje y estética arquitectónica
Casa Kikumbera, 1930, San Sebastián, Fernando Arzadun. © Luis Argüelles/Fundación Docomomo Ibérico, 2023.

Los arquitectos optan por formas más simples y geométricas y dejan de lado los grandes programas ornamentales. Esto se reflejó en la geometría pura de muchos edificios modernos, con líneas limpias y volúmenes simplificados.

En esta búsqueda de la abstracción y la pureza de las formas, a menudo se opta por el color blanco: ausente de texturas o referencias de materiales permite que las geometrías de los volúmenes sean protagonistas de los edificios.

  • Funcionalidad
Recreación de una cocina de los apartamentos de la Unité d’Habitation de Marsella (Unité d´Habitation de Marseille), Le Corbusier 1952. Autor de la recreación: Fernando Marzá para la Cité de l’architecture et du Patrimoine de París. © Roger Subirà

Una arquitectura funcional es aquella que resulta útil y facilita la vida diaria, desligada de convenciones sociales obsoletas o que antepone los criterios estéticos a los prácticos.  Esto se expresa primero en el programa funcional y la organización de la planta que ha de dar respuesta a las nuevas formas de vivir de una sociedad muy distinta a la del siglo XIX.

Se adoptaron nuevas tecnologías como la iluminación artificial, el aire acondicionado y los ascensores para mejorar el confort de los edificios, así como nuevos elementos acordes con nuevos estándares de higiene, por ejemplo, en baños y cocinas.

También se buscó crear una conexión más fluida entre el interior y el exterior de los edificios, a través del uso de grandes ventanales, terrazas y espacios abiertos, permitiendo una mayor interacción con el entorno.

  • Nuevos programas, nuevas necesidades
Sanatorio Antituberculoso de Leza, 1934-1935, Laguardia (Álava), Pablo Zabalo © Jesús Martín Ruiz/Fundación DOCOMOMO Ibérico

Aparecen nuevos programas y necesidades para los que las formas arquitectónicas anteriores resultan obsoletas. Por ello, es necesario inventar edificios que sean capaces de acoger funciones con nuevos estándares de calidad o que incorporen las innovaciones tecnológicas que no dejaran de aparecer y acelerarse a lo largo del siglo. El caso de la salud es un claro ejemplo de ello: se combina la voluntad de universalizar el acceso a los tratamientos con una revolución en los principios, métodos y tecnologías involucradas en la praxis médica, pasando a ser una actividad guiada por criterios científicos. Esto se puede extender a muchos ámbitos de los servicios y la producción: desde la educación, al transporte, la producción industrial o energética o, incluso, el ocio colectivo.

  • Tipologías e investigaciones
Casa Bloc, Barcelona, 1931-1936, Joan Baptista Subirana, Josep Torres Clavé, Josep Lluís Sert López © José Hevia/Fundación DOCOMOMO Ibérico

La vivienda para alojar a la clase trabajadora pasa a ser el elemento prioritario de investigación arquitectónica y el gran problema por solucionar. Esto no solo debe resolverse en la escala del edificio sino también en la de la ciudad. En los espacios urbanos, el crecimiento sin precedentes y la generalización del transporte privado, así como la necesidad de incorporar nuevas funciones, derivan en la obsolescencia de los antiguos modelos. Las nuevas ciudades priman la zonificación funcional, la jerarquización de tránsitos y el desarrollo geométrico con el fin de lograr una disposición ordenada y jerárquica de los edificios y las infraestructuras.

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