Viviendas en calle San Francisco

La implantación del edificio con tres frentes de fachada fue resuelta en base a planos escalonados en voladizo sobre la planta baja. Su diseño, además de permitir un aprovechamiento máximo de la parcela y una distribución interior ortogonal, da lugar a una volumetría dinámica, que se remata, en cada uno de los niveles, con un perfil metálico continuo que enmarca y soporta los paneles de hormigón prefabricados a pie de obra.

Las ventanas, originalmente realizadas en madera, son el tercer elemento que completa la composición de la fachada. En su mayoría, están situadas en esquina, con un retranqueo respecto al plano de fachada que potencia su singularidad y, desde el interior, permite percibir el paisaje de manera distinta a la convencional, más abierta, y aprovechar el singular emplazamiento del edificio en la parte alta de la ciudad, con vistas privilegiadas.

La racionalidad con la que fueron repartidas cada una de las viviendas hace que las circulaciones sean óptimas, tanto respecto a la superficie ocupada como a su funcionamiento, con zonas de día y de noche independientes.  La cubierta plana, rasgo distintivo del movimiento moderno que corona el edificio, permite el desarrollo de una terraza comunitaria en el último nivel.

El edificio cuenta con un garaje, inicialmente no previsto, que requirió una cimentación especial, encareció la obra y provocó ligeros cambios con respecto al proyecto original.

Nuria Jorge Barrio