Torre de control del Aeródromo de Rabasa

El aeródromo de Rabasa fue utilizado entre 1936 y 1939 como base republicana. La torre de control se realizó una vez acabada la Guerra Civil, hacia 1940, de cara a la conversión del enclave como base militar del recién creado Ejército del Aire. La torre se compone mediante la adición de volúmenes simples (principalmente prismas y cilindros) tal como preconizaban algunos proyectos para servicios de aeródromos de la Generalitat de Cataluña publicados en 1934 en la revista AC. La situación del edificio, cercana a la pista de aterrizaje, y la necesidad de observación a ambos lados, provoca una macla simétrica. Esta simetría se refuerza, en vertical, por el escalonamiento de la planta, por la convexidad de los volúmenes que recaen a la pista, por el incremento de altura de los cuerpos maclados y por el progresivo aumento de las superficies acristaladas conforme se alcanza el semicilindro que, situado en el eje, configura el puesto de observación. En la zona posterior, la concavidad generada por los volúmenes configura el acceso del edificio. El lenguaje utilizado, a base de superficies blancas y curvas de origen náutico, se manifiesta también apropiado para este equipamiento de carácter aeronáutico. Justo Oliva Meyer y Andrés Martínez Medina