Estação dos Correios

Integrada en la política de renovación que el gobierno decidió llevar a cabo en relación con la mayor parte de los edificios públicos del país, la nueva oficina de correos forma parte del gran número de oficinas de correos construidas por todo el país durante las décadas de 1930 y 1940, parte de ellas proyectadas por Adelino Nunes. […] Volumétricamente resueltas como respuesta al programa — que integraba en ocasiones la residencia del jefe de la oficina —, las nuevas construcciones se consideraron en 1940 «un ejemplo típico de arquitectura funcional». En el caso de Estoril, el edificio está ubicado en una esquina, en la cota más baja de un terreno en pendiente, y se organiza alrededor de un cuerpo cilíndrico que funciona como rótula entre otros dos cuerpos. En su interior, una escalera en espiral nos eleva a lo largo de una pared curva hasta la zona principal de atención situada en la primera planta, donde nos recibe el mostrador cóncavo. Desde esta planta puede disfrutarse de la vista del mar a través de una ventana que rasga, con un corte horizontal, 180 grados del cilindro. Todo el espacio se diseñó con líneas curvas, proporcionando una sensación extraña, idéntica a la que se experimenta en el interior de la biblioteca municipal de Estocolmo de Gunnar Asplund. En Tostðes; Becker; Wang (ed.) Portugal: Arquitectura do Século XX, Lisboa, Múnich, Prestel, PF97, 1998