Liceo Francés de Madrid

Ante el creciente número de alumnos, el Ministerio de Asuntos Extranjeros francés decidió trasladar el Lycée Français desde la calle Marqués de la Ensenada a un nuevo campus en terrenos aledaños al Parque Conde de Orgaz, donde se construyó un complejo de edificios docentes con capacidad para 3.500 alumnos: 500 de preescolar, 1.500 de primaria y otros 1.500 de secundaria, además de comedores para 2.000 alumnos y diversas instalaciones deportivas como gimnasio, piscina cubierta e incluso un estadio, sobre una superficie de más de 8 ha, con un desnivel de 12 m entre cotas extremas. Esta pendiente permitió disponer los edificios escalonadamente para aprovechar las vistas hacia el sudeste, con el cuerpo de administración y viviendas del personal en el punto más alto, junto a la entrada, precediendo a la escuela secundaria, formada por dos pabellones de tres alturas para niños y niñas, pues los reglamentos españoles de la época exigían la segregación por sexos, incluso con patios de recreo independientes con aulas alineadas a ambos lados de un pasillo central, enlazados en Z por un patio cuadrado intermedio que acoge la biblioteca. Este cuerpo se une mediante una galería a un gran edificio circular de servicios comunes, que reúne los cinco comedores dispuestos radialmente en torno a una gran cocina central, y el salón de actos con 650 localidades, dispuesto de manera que permita la asistencia de espectadores externos sin interferir con el funcionamiento del centro. Una segunda galería cubierta conecta este edificio con la escuela primaria, formada por otros dos pabellones similares a los de secundaria, pero sin el patio central ni la biblioteca; mientras que la escuela maternal se levanta exenta en la esquina septentrional del conjunto como una torre cilíndrica de dos pisos en torno a un vestíbulo central de doble altura. La estructura, aparente, se realiza en hormigón visto con pilares de gran canto que crean huecos profundos y sombreados, enlazados en la cubierta por bóvedas rebajadas del mismo material, contrastando con los antepechos de mosaico vítreo de color violeta oscuro y los testeros ciegos chapados con caliza de Colmenar.

Equipo redactor Arquitectura de Madrid y Arquitectura y Desarrollo Urbano. Comunidad de Madrid. Revisión y adaptación: Servicio Histórico, Fundación Arquitectura COAM: Alberto Sanz Hernando. Colaboradoras: Margarita Suárez, Beatriz Gutiérrez, Miriam Martín, María José Mier y Silvia Mata