Iglesia de San Pio X

La tipología y construcción de la iglesia de San Pío X responde a las intenciones de la renovación litúrgica del Concilio Vaticano II, promulgadas un año antes de ser proyectada. El templo tiene una sola nave, de planta triangular con base semicircular. Esta forma de abanico busca un espacio diáfano y una mejor participación de los fieles en la celebración. La estructura organiza el espacio de modo convergente y ascendente hacia el altar, y se convierte en el principal recurso expresivo del edificio al prolongarse hacia el exterior por encima del cerramiento y sobre la cubierta. En el vértice del triángulo se sitúa una torre campanario, que también hace las veces de lucernario, pues introduce la luz natural en el muro curvo de detrás del altar. Los cuatro pilares apantallados interiores soportan la torre y las vigas convergentes, y entre ellos se ha colocado una talla de Cristo crucificado. Se accede por los laterales que produce el retranqueo de la parte central del muro curvo de cerramiento, y este elemento se singulariza con una gran vidriera de vidrio y cemento desde el zócalo a la cubierta. También se ejecutan vidrieras en la coronación de todo el muro de cerramiento, interrumpidas solamente por las potentes vigas que se prolongan al exterior del templo.
Pablo García-Pellicer López