Hotel Vitória

La renovación de la imagen urbana de la ciudad que se produjo a lo largo de la década de 1930 se llevó a cabo a partir de ingeniosas intervenciones en la fachada y, en esa medida, estuvo claramente protagonizada por Cassiano Branco, el más inventivo, espectacular y cosmopolita de su generación. Por el modo en que supo integrar la contribución de las vanguardias artísticas europeas, focalizadas a partir de la obra de Mallet Stevens, combinada con un estilo decorativo art decó, fue capaz de articular un código formal fácilmente reconocible y reproducible. Fue Cassiano Branco quien de forma más creativa utilizó en la tipología del edificio destinado al alquiler las potencialidades plásticas del hormigón armado, de forma especial en el caso excepcional del edificio destinado al alquiler transformado en el célebre Hotel Vitória. La fachada de aproximadamente 16, 50 metros permitía sólo un apartamento por planta, solución que naturalmente facilitó si reconversión a una función hotelera. Las nuevas posibilidades técnicas se traducen en la fachada en una exploración de los voladizos en consola de los balcones utilizados sistemáticamente, articulando un juego de claroscuros y un expresionismo plástico sin precedentes en la construcción del momento, en la búsqueda de grandes vanos conseguidos por el acoplamiento sucesivo de ventanas con las dimensiones tradicionales y, finalmente, en los motivos decorativos, que van más allá de la mera función decorativa para aproximarse a un sentido tectónico que marca la estructuración plástica de la fachada, aplicados con cierto sentido neoplasticista. Ana Tostões