Hotel Gran Meliá Don Pepe

En el centro de la ciudad junto al borde marítimo, se sitúa este edificio con clara presencia e identidad. En común a otros muchos hoteles de la costa malagueña, como consecuencia de la ordenanza de su época de construcción pero sin embargo singular, se extiende paralelo a la línea de costa, al contrario que el resto, con el fin de no ocultar las vistas desde su interior.

El edificio se configura siguiendo un suave volumen curvo, con las habitaciones orientadas al sur y amplias terrazas corridas; en la fachada norte y sólo parcialmente se localizan otras habitaciones, éstas individuales. Predomina el sentido de horizontalidad en su tratamiento exterior alternando las franjas opacas de sus cerramientos y las transparentes de los acristalamientos y terrazas, éstas más permeables por el sur. La curvatura del edificio parece acoger los espacios lúdicos de descanso y el solarium como la piscina y el restaurante al aire libre situados en los jardines. En los niveles bajos se localizan los usos comunitarios complementarios.

Un moderno edificio con proyección internacional que sobrepasa criterios comunes, incorporando elementos significativos como la interesante membrana paraboloide en hormigón visto que cubre el restaurante al aire libre.
Sebastián del Pino Cabello