Gasolinera en la Carretera de Aragón

Este edificio constituye uno de los ejemplos pioneros del racionalismo mendelsohniano y manifestación del futurismo en España. Se compone de un pequeño edificio de dos niveles con planta semicircular de ladrillo visto coronado por un torreón a modo de faro que sirve de reclamo visual a los automovilistas. Una ligerísima marquesina de líneas curvas vuela desde este edificio para proteger a los automóviles. Las vigas se disponen sobre la cubierta, lo que mejora la imagen de grácil visera.

El torreón se decora con unas franjas laterales quebradas que proporcionan al conjunto gran dinamismo, rematadas en proyecto, aunque no construidas, por una figura metálica en actitud de vuelo, icono automovilístico redundante; la fachada se curva y forma la cubierta, de la misma manera que las cuatro franjas de pavés que iluminan la torre –dos en proyecto- giran de la misma forma y se convierten en un pequeño lucernario.

Los rasgos de dinamismo y velocidad de la torre y la marquesina y la iluminación nocturna de las franjas de la torre convertían a la gasolinera en uno de los iconos de la modernidad en Madrid, cuya fuerza plástica no ha perdido intensidad por los cambios de acabados que ha sufrido. Alberto Sanz Hernando. Servicio Histórico, Fundación Arquitectura COAM