Equipamientos de poblado de Llaranes (Apeadero de La Rocica)

El poblado de Llaranes nace para dar alojamiento al gran número de familias  de trabajadores de la Empresa Nacional Siderúrgica de España Sociedad Anónima (Ensidesa), que llegaron a Avilés, en la mayoría de los casos desde el campo.

En una zona rural cercana a la villa avilesina y a la empresa, se ubica este poblado, con intención propagandística del régimen hacia los trabajadores. Para ello se busca que al trabajador y su familia no les falte de nada, por lo que además de educación, y mercado, dedica instalaciones a actividades de ocio. Un ocio que la propia empresa gestiona, como hacía con todo el barrio, a modo de población independiente.

El proyecto se inicia como una obra autárquica (viviendas), que va evolucionando (iglesia) hasta la recuperación del movimiento moderno, con los equipamientos.

Pese a la estética autárquica inicial, urbanísticamente es moderna, planteando mucho de los conceptos del movimiento moderno, como espacios verdes, jerarquización de las vías, salubridad, centralización de equipamientos, etc., y son los equipamientos los que hacen un eje central en forma de T, siendo la iglesia el punto central, rodeado en general de espacios verdes y libres.

El conjunto, al igual que sus obras, destaca por ser funcional, dando la forma el uso para el que está destinado, por lo que se aprecia un lenguaje plástico, en algunos casos industrial.

Se incorporan obras de arte como complemento de la arquitectura, adaptándose al espacio, no solo la forma, también su mensaje.

Omar Rodríguez Mayo