Edificio Pascual

En Valencia la arquitectura moderna había surgido a principios de la década de 1930, vinculada principalmente a la colmatación de los solares resultantes de las reformas del centro histórico en torno al Ayuntamiento y con viviendas de amplia superficie para la alta burguesía. Sin embargo, a mediados de la misma década, se producirá un desplazamiento hacia las zonas de ensanche, donde se multiplicarán las actuaciones destinadas a las clases medias, con otro tipo de distribuciones y signos externos también diferentes respecto a las ubicaciones céntricas. Este es el caso de este edificio entre medianeras, rematado por un elemento a modo de loggia y cuya caracterización exterior se completa con miradores en los extremos, a los que se adosan unas terrazas longitudinales compartidas que favorecen el claroscuro de las sombras en la imagen.

La distribución de estas obras responde a un modelo de dos viviendas por planta con simetría axial; dispone de cocina y comedor abiertos hacia el gran patio de manzana, dormitorio principal y sala hacia la fachada, mientras los dormitorios secundarios y los baños reciben ventilación a través de los patios de luces más pequeños. El acceso se produce por el centro y, en este caso, el proyecto incorpora un interesante plano de estructura, que consiste en muro de carga, machones de ladrillo en torno a la caja de escalera y pilares metálicos en pórticos interiores.
Carmen Jordá