Edificio Parnaso

A pesar de encontrarse parcialmente comprometido con la «calle», el Edificio Parnaso disfruta de los atributos propios de los modelos de la arquitectura moderna de la ciudad. Su autor reconoce la importancia que tuvieron para el desarrollo y continuidad del proyecto no sólo el cliente, sino también el «Maestro Arquitecto Rogério de Azevedo, que en la Comisión de Estética del Ayuntamiento de Oporto fue decisivo para la aprobación de un proyecto que otros querían “cargarse”».

El edificio cuenta con galerías que se extienden en toda su longitud y que contrastan con la verticalidad del volumen de la caja de escalera, yuxtapuesto en la parte superior próxima a la esquina. Hacia la calle Oliveira Monteiro, más antigua y estrecha, están orientados pequeños módulos comerciales y residenciales que se adecuan a la escala de los edificios existentes y que, manteniendo la ortogonalidad del conjunto, conforman una fachada escalonada oblicua.

Además de este sector comercial de una continuidad fragmentada respecto al frente urbano, el volumen de mayor tamaño es más significativo y objetual. Se resaltan sus paredes laterales que al alejarse de la calle permiten la continuidad periférica del jardín arbolado que antes formaba parte de una gran casa (demolida), y que se rentabilizó y rediseñó como fondo para un sector moderno de paisaje urbano. También a través del jardín se articulan los espacios de una escuela de música y danza, instalada en la planta baja de este volumen, con un cuerpo situado junto al límite opuesto del solar. Las plantas restantes albergan viviendas. En conjunto, este edificio de programa multifuncional adquiere unidad no sólo a través de la continuidad planimétrica resultante de la yuxtaposición de los distintos cuerpos que lo forman, sino de la naturaleza sistemática de la construcción.
Sérgio Fernandez