Edificio Financiera

Se trata de un edificio compuesto mediante dos mecanismos claramente diferenciados. Un cuerpo bajo de dos plantas, que ocupa el frente de la parcela, y una torre que emerge de él y que es la que confiere al conjunto su carácter singular. La horizontalidad del cuerpo bajo se acentúa por un tratamiento en bandas.
La banda sombreada de la planta baja, retrasada, y la franja corrida de huecos de la primera planta refuerzan su papel de basamento de la torre, que es el volumen protagonista.
La solución adoptada en la torre está al servicio de su carácter esbelto y emergente. El volumen varía a medida .que el edificio asciende disponiéndose de manera que la articulación de su base con el cuerpo bajo se resuelve al modo de una cintura estrecha. Mientras el volumen varía con la altura, los cuerpos superpuestos de las plantas se mantienen simétricos respecto al eje vertical, lo que le confiere a éste una relevancia absoluta.
La reducción al mínimo de la planta de la torre se hace posible sacando al exterior las comunicaciones verticales, donde la escalera, abierta, informa de las bondades de un clima que el arquitecto apreciaba especialmente.
Por lo demás, Cabrera no hace ningún gesto gratuito. Todo es simple, económico, racional, encajado con precisión al servicio de la idea: una limpia estructura, esqueleto del edificio, la disposición de los huecos en bandas corridas extendidas a todo su perímetro, los cuerpos superpuestos funcionando como visera de los de debajo y el tratamiento de la cuarta planta en plano inclinado a modo de contrafuerte de los cuerpos proyectados que constituyen el remate de la torre.
Carlos J. Hernández Gómez