Bungalós en Hacienda Dos Mares

Repartidas en dos bloques perpendiculares a la playa, las 25 viviendas adosadas que integran este apacible complejo orientan los extremos norte-sur para tener vistas a levante y recibir el máximo soleamiento.

En la versión construida, el acceso rodado está contenido en el perímetro exterior, y el espacio entre ambos bloques se trata / deja como un recinto peatonal ajardinado, sensiblemente mayor que el previsto. En planta, cada una de estas agrupaciones dibuja una línea quebrada por retranqueos sucesivos de 3 m, coincidentes con la anchura de los ventanales. Hacia la mitad de la alineación se produce un punto de inflexión: el movimiento invierte el sentido y las viviendas cambian de distribución para garantizar la visión del mar desde todos los salones. Para adaptarse a la topografía del terreno, los apartamentos salvan un desnivel de 90 cm entre sus testeros; mientras en uno de ellos la salida se realiza a pie llano, en el opuesto son necesarios escalones. Las viviendas mantienen un ancho de crujía de 5,80 m y están organizadas en dos alturas: las estancias más públicas se ubican a cota de calle y los dormitorios, junto con una generosa terraza descubierta, ocupan la planta superior.

La secuencia de retranqueos, la serie de llenos y vacíos y el énfasis en la repetición de antepechos y cornisas denotan la vocación plástica del conjunto.
José Parra