Clínica Queen Victoria, Hospital Inglés

Esta clínica, destinada a atender a marineros extranjeros, se sitúa sobre una de las lomas que dominan la ciudad y el puerto, en un solar triangular alargado en pendiente de 2.122 m2. La diferencia de rasante, de 4 m en el eje más largo, se aprovechó para escalonar el programa y así dar cumplimiento a una normativa que sólo permitía la edificación de dos plantas, a la vez que se alcanzaba la superficie necesaria para el programa de la clínica. Éste consta de oficinas, área de cosultas y área quirúrgica en la planta baja, habitaciones en la primera y residencia de enfermos en la superior. En la zona donde coinciden las diversas plantas se sitúan las comunicaciones verticales del edificio.

Con tres accesos y un sistema de doble pasillo se consigue la intercomunicación de todas las zonas y la independencia de todas las circulaciones. La distribución en la planta primera se resuelve con una modulación única de 4,5 x 7 m, que permite alojar dos tipos de habitaciones de tamaños diferentes: una doble con baño y otra quíntuple con servicio de lavabos y arquillas. Estas dimensiones, asimismo, son muy aptas para la ejecución de una estructura reticular plana con capiteles embebidos en el grueso del forjado.

La estructura adoptada sirve de armazón a la expresión plástica; así la planta principal de habitaciones vuela íntegramente medio módulo sobre el vacío, enfatizando el maclaje de los cuerpos y el sistema constructivo.

En general, la estética de este edifico modulado, metaobjetual y funcionalista, en cierto modo, parece conectar con la Escuela de Amsterdam del primer tercio del siglo XX.
Manuel Roca Suárez