Cine Barceló

Ubicado en esquina, Gutiérrez Soto dispuso el acceso en el chaflán curvo y un eje de simetría virtual en la diagonal, con una distribución racional que se convirtió en canónica tras su publicación en el Neufert: vestíbulo en L abrazando la sala ovoidal con el escenario y pantalla en el extremo contrario; en los extremos y entrada se introdujeron las escaleras al anfiteatro, con sus palcos y cabina. En planta sótano, con el ingreso por la calle Barceló, se incluyó una sala de fiestas con bar en dos niveles, más una gran pista de baile de doble altura en idéntica disposición que la sala de cine superior. Para rematar la oferta recreativa, en la azotea se incluyó un cine al aire libre de similar ordenación con anfiteatro a dos niveles.

El edificio recoge brillantemente las últimas tendencias arquitectónicas europeas del racionalismo dentro de la corriente del expresionismo mendelsohniano, matizado con rasgos art déco en la decoración interior –hoy tristemente desaparecida–. Su imagen aerodinámica, con sus alerones, piezas voladas, escalonamiento hacia el chaflán, se utiliza también en el vestíbulo, el patio de butacas con su cubierta circular, la sala de fiestas o el cine al aire libre. Alberto Sanz Hernando. Servicio Histórico, Fundación Arquitectura COAM