Central telefónica y torre de telecomunicaciones

Este edificio, construido para albergar una estación telefónica local y su torre de comunicaciones, fue diseñado por el arquitecto con estudio en Madrid, Francisco Riestra Limeses, que recibía frecuentes encargos de esta naturaleza en diferentes ciudades. El proyecto en la calle Marqués de Amboage de A Coruña se resuelve con dos elementos contrastados. Un edificio de volumen compacto, de cuatro plantas, y una esbelta torre. Esta dualidad se lleva más allá de la definición volumétrica: el edificio es oscuro y la torre de color claro; la estructura reticular de hormigón del edificio se manifiesta al exterior siguiendo el modelo de la fachada conformada por una potente retícula, al modo del edificio que hoy es sede del Ministerio de Sanidad en Madrid, antigua Delegación Nacional de Sindicatos, obra de Cabrero y Aburto de 1949, mientras la torre posee una pauta compositiva vertical, con finas líneas ascendentes; el hormigón con el que se construye la obra, se pinta en la torre, y se recubre de granito gris y negro en el edificio. Para subrayar este juego de contrarios, la ancha banda vertical negra dispuesta en el contacto con el edificio de viviendas colindante, se repite para separar el cuerpo bajo de la torre, aunque la única entrada está en esta alta pieza, cuya planta baja es el vestíbulo de todo el conjunto.
La singularización de la torre y el esfuerzo para que su lectura sea de un elemento aislado, al fundir el edificio con los inmuebles residenciales de la calle, cobra sentido por su escala y expresividad: la altura de la torre la convierte, y más en los años sesenta, en un hito urbano que debe ser leído en una amplia área de ciudad ; su forma, resuelta mediante una curiosa analogía doble, mecánica y musical, evoca, al tiempo, las construcciones ingenieriles, esbeltas y tensas, y la desconcertante figura de una lira exageradamente deformada verticalmente.
Las referencias a diversas arquitecturas de filiación moderna y la libertad y solvencia con la que es manejada la composición de este edificio de múltiples lecturas, lo convierten en una pieza valiosa y escasa en la producción arquitectónica moderna en Galicia.
Fernando Agrasar