Casa Cantarell

El elemento que más destaca de esta vivienda unifamiliar aislada es el porche a doble altura que encuadra la casa.  Está formado por una estructura de hormigón armado de corte racionalista que resuelve el desnivel del terreno: la parte superior es un mirador con vistas al mar, y la parte inferior cierra un espacio que sirve para guardar las hamacas de la piscina. El resto de la casa se desarrolla a partir de una serie de volúmenes de aspecto vernáculo, que se van retranqueando libremente para adaptarse al programa y al bosque de pinos de la parte posterior. El programa se divide en tres partes que se conectan entre sí a través del vestíbulo: a la izquierda se encuentran la sala de estar y el dormitorio principal; a la derecha la cocina y el comedor; y arriba los dormitorios. 

La diferencia con los otros proyectos de Pratmarsó es que, en este caso, la retícula de 4,30 x 4,30 m que modula el porche se extiende por toda la planta, y todos los espacios encajan en ella. Los episodios más interesantes del proyecto se producen en la intersección entre la casa y el porche, que están separados por una crujía con un estanque que a un lado tiene la sala de estar y una escultura en el centro. Los espacios que se articulan alrededor de este espacio intermedio y el porche generan una enorme riqueza visual entre el interior y el exterior de la casa. Xavier Llobet i Ribeiro