Capilla Parroquial Divino Maestro

La iglesia del Divino Maestro es una parroquia implantada en la ciudad industrial de Alcoy a principios de la década del desarrollismo. El inmueble ocupa una parcela entre medieras de una manzana a levante del centro histórico. La iglesia, de planta cuadrada y reducidas medidas ─en torno a 10 x 10 m─, presenta un programa que se organiza en sección: el sótano se destina a salón parroquial, el piso primero, en la banda pegada a fachada, alberga la vivienda del párroco, mientras que se reserva la planta baja para la nave del templo, cuyo suelo está elevado respecto de la rasante. La fachada consta de un único plano tratado con relieve como si fuese una composición neoplasticista jugando con las texturas del ladrillo cerámico visto con las llagas rehundidas, elementos metálicos ─la verja, la carpintería y la cruz─ y un aplacado de piedra natural que divide el lienzo en dos: de un lado la entrada con sus escalones y del otro la puerta a la escalera. El interior de la nave presenta una organización tradicional: el atrio ha sido ocupado por una mampara de madera, los bancos se disponen en paralelo al altar con un pasillo central no simétrico, el presbiterio ocupa el fondo con el baptisterio integrado ─adosado a fachada inicialmente─ y la sacristía escondida tras un muro curvo de ladrillo con el via crucis. El altar está presidido por la propia mesa, las sillas, un cristo y una virgen, además del sagrario que cuenta con resaltes lineales de mármol. Con todo, incluyendo el diseño de elementos litúrgicos de la iglesia ─azulejos, pila, piletas, estaciones, altar─, lo que más sorprende es la concepción horizontal del espacio sacro de la nave y la iluminación desde la sección escalonada que permite el patio abierto en la planta superior y que deja entrar la luz blanca sobre el presbiterio, de espaldas a la feligresía. Se trata de un pequeño proyecto, en escala y dimensiones, que da lugar a una gran obra por su cuidado diseño y su exquisita puesta en obra gracias a una limitada paleta de materiales y a sus innovaciones espaciales. Carece de protección alguna.

Andrés Martínez Medina