Capilla abierta de la urbanización Roquetas de Mar

Con objeto de atender a las necesidades del culto religioso en la nueva urbanización turística, se reservó una parcela en un gran espacio público cercano al paseo marítimo.

La capilla se configura mediante planos no alineados de hormigón armado que se apoyan y entrecruzan ortogonalmente unos con otros, en medio del aire y la naturaleza. 

Se consigue delimitar un espacio mediante mínimos elementos construidos y llenarlo de significado:

-un techo que protege, delimita y forma un espacio en sombra a modo de palio,

-un suelo elevado, entre la tierra y el cielo, sobre un estanque de agua y al que sólo se accede por unos peldaños individuales volados en ménsula,

-un altar de piedra, que se erige desde la cimentación,

-un campanario horizontal, que anuncia y protege del viento,

-un muro de hormigón con el signo de la cruz horadado, 

-y un retablo de azulejo, que cubre la espalda del celebrante sin interrumpir el paisaje.

El carácter de la construcción no sólo es reflejo de la búsqueda de una arquitectura moderna mínima, sino que resulta acertado para su función en un lugar de vacaciones, en el que el culto suele convocar a personas con vestimenta informal, bicicletas y niños que juegan mientras en la superficie abierta. 

Pablo García-Pellicer López