Ampliación del Colegio Nuestra Señora del Prado (Marianistas)

En el Aulario del colegio de los marianistas en Ciudad Real, Moya consolida su búsqueda de arquitectura con las estructuras metálicas que empezó a ensayar en el Colegio Mayor Chaminade. Lo hace con un planteamiento radicalmente moderno que se desarrolla también en el colegio que realiza para los marianistas en Carabanchel. Una galería abierta con dos núcleos de acceso en sus extremos da acceso a las aulas que se abren también a la fachada que cierra el cuerpo lineal en el otro lado. Una geometría rotunda tratada con el equilibrio del buen hacer del arquitecto y la calidad de su ejecución austera.

Dos obras separadas en el tiempo que ponen de manifiesto la evolución del último de los arquitectos clásicos como lo define Antón Capitel, pero para el que el clasicismo no era simplemente un ropaje formal que adoptar, sino una forma de acercarse al proyecto arquitectónico que evoluciona a lo largo de los años como queda claramente de manifiesto en su obra del aulario del colegio de los marianistas, sin duda alguna el mejor elemento de todos los que integran actualmente el complejo educativo.

Teodoro Sánchez-Migallón Jiménez